¿Es esto representación?
¿Es democracia?

Nuestra ley electoral provoca que, en unas elecciones, entre 30 y el 40% de la población, que optan por la abstención, el voto nulo o el voto en blanco, siendo la postura mayoritaria, se quede sin voz dentro del parlamento. Estas cifras alcanzan el 60% en unas elecciones europeas y al 90% en municipales.

Escaños en Blanco da representación a las voces críticas en forma de escaños vacíos.

Concejalías vacías los cuatro años de legislatura

%

Programa cumplido todas las legislaturas

Euros recibidos de dinero público

No quiero votar a ningún partido pero que mi opinión sea tenida en cuenta.

Con Escaños en Blanco te damos visibilidad. Los votos en blanco, la abstención y los votos nulos no consiguen representación, cediendo tu escaños a un partido al que no has querido votar. Votando a Escaños en Blanco tu escaño quedará vacío y nadie se llevará el dinero o poder político que le corresponde.

Quiero retirar el voto a mi partido sin traicionar mi ideología.

Si eres un votante crítico que desea retirar su voto al partido que más te representa, con Escaños en Blanco puedes hacerlo, de una forma aséptica, sin traicionar tu ideología y sin que se aprovechen de ello el resto de partidos.

No estoy de acuerdo con el sistema electoral.

La única forma de plasmarlo es con una representación activa dentro de los parlamentos, la de Escaños en Blanco. De otra forma tu opinión se mezcla con la de la gente que ha decidido quedarse en casa viendo fútbol o la tertulia de turno porque no le interesa participar.

Votar a Escaños en Blanco para dejar escaños vacíos es como

la abstención activa

votar en blanco

votar nulo

pero mejor, ya que traduce las posturas críticas en escaños vacíos dentro de los parlamentos.

¿Qué supone votar a Escaños en Blanco para dejar escaños vacíos?

Resultados visibles

Ninguna de las opciones protesta estipuladas es interpretada como voto crítico. La abstención la interpretan convenientemente como vagancia, el voto nulo como un error (no supiste votar) y el voto en blanco como apatía (me da igual). Votar a Escaños en Blanco es un clara visibilización del descontento sin margen para la interpretación.

Un escaño vacío no apoya medidas

No podemos conocer la multitud de razones por las que cada uno de los votantes acuden a Escaños en blanco, por lo que Escaños en blanco no puede decantarse por ninguna medida en concreto. Deberán ser el resto de partidos los que se consensúen aprobar una medida concreta.

Presión a los partidos

Al dejar los escaños vacíos, presionamos a los partidos haciéndoles perder poder político y económico con el fin, no sólo de integrar las voces críticas, sino de forzar a que ejerzan su labor de forma eficaz, honesta y por el bien del ciudadano,  .

Un escaño vacío no vota

Escaños en Blanco no es un partido al uso; es una herramienta para que el ciudadano deje clara su disconformidad dentro de los parlamentos. Por ello no defendemos posturas políticas más allá de la mejora de la democracia a través de la integración de todas las voces en el proceso electoral. Un escaño vacío no vota, pero sí puede influir el cálculo de votos en una votación o en el cálculo del cuórum.

Ahorro de dinero público

Vaciar escaños conlleva a un ahorro inmediato de subvenciones públicas, sueldo de diputados, asesores, etc.. Al no tomar posesión del escaño no puede realizarse ningún ingreso o prebenda correspondientes ese diputado y a demás, por nuestras normas internas, renunciamos a cualquier tipo de subvención pública.

Falta de financiación

La única financiación de Escaños en Blanco son las cuotas de los afiliados y pequeñas donaciones, lo que nos impide publicitar la medida en grandes medios o campañas. Siendo un gran obstáculo para la difusión del mensaje, tenemos claro que aceptar subvenciones sería convertirse en un partido al uso, con intereses económicos y personales, intereses que evitamos formalmente.

Invisibilización mediática y legal

Al ir en contra de los intereses de los partidos, Escaños en Blanco sufre de un claro boicot mediático, no pudiendo ejercer difusión mas que por nuestros propios medios. De igual manera, la ley electoral -a pesar de que lo dicta la Constitución- no contempla el derecho a la información de los ciudadanos en igualdad de condiciones, repartiendo los espacios electorales en función de resultados y, por lo tanto, del poder económico de cada partido para la difusión de su mensaje.