A pesar de las nuevas alternativas, el ciudadano sigue dando la espalda a la política

Si algo histórico ha caracterizado estas elecciones es la irrupción de nuevas alternativas tanto de iniciativa ciudadana como de distintos partidos presentados en coalición y esto siempre es bueno para el ciudadano, que las ha apoyado mayoritariamente para ofrecernos un parlamento multicolor donde más sensibilidades han sido reflejadas.

En estas circunstancias Escaños en Blanco ha realizado un enorme esfuerzo de crecimiento, pudiendo dar soporte al 32,32% de la ciudadanía en unas elecciones que, en su mayor parte, han sido primera comparecencia del partido.

349.581 votos nulos y 369.583 en blanco constituyen la 5ª fuerza política del país.

Los datos obtenidos son menores de lo esperado, pero a pesar de ello indican una falta de difusión y comprensión del proyecto, además de la falta de comprensión del funcionamiento de la ley electoral en sí (debida a una clara dejación de responsabilidades del estado tras 37 años de democracia). Se han contabilizado 349.581 votos nulos y 369.583 en blanco, que constituyen más de un 3% del censo y 5ª fuerza política del país si se otorgara representación a esos votos de ciudadanos que no se ven representados por ninguna fuerza política.

A pesar de todo, gana la abstención. Algo no funciona en el sistema.

Un electorado sumiso, con un 35% de abstención, da por buena la eleccion de los demás.

Tanto las cifras de voto en blanco y nulo, como una abtención del 35% en unas elecciones, que por municipales y autonómicas deberían ser mucho más cercanas al ciudadano, y en las que además ha habido un mayor abanico de alternativas, indica claramente que algo no funciona en nuestro sistema. Estos ciudadanos no se sienten representados, aunque den por buena la eleccion de los demás con su actitud y el estado debe plantearse si no es el sistema el que falla más allá de de la deriva de los partidos.

Es necesaria la integración de todos esos ciudadanos en el sistema para corregir sus déficits, no sólo por un concepto de justicia constitucional, sino por la mejora de la participación, la salubridad del propio sistema y la evolución de un país regido por normas e instituciones anacrónicos que en nada favorecen una agilidad, eficacia y pensamiento crítico propios del siglo en el que nos encontramos.

A pesar de todo y mientras no se corrija esta situación, Escaños en Blanco se seguirá presentando a las elecciones para dar voz a los ciudadanos críticos y poder presionar así para obtener una democracia justa y sana, formada con todos y para todos.

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La suma de la abstención, el voto nulo y el voto en blanco se constituiría como la principal fuerza parlamentaria, pero el 100% de los escaños son repartidos entre los partidos.