Equiparar el valor del voto del ciudadano crítico.
Integrando a los ciudadanos críticos dentro del parlamento, no sólo se ejerce una acción de justicia haciendo que todas las posturas alcancen representación, sino que además, la presencia de Escaños en Blanco supone un examen de calidad democrática, una presencia constante e incómoda durante toda la legislatura en forma de escaño vacío.
A su vez, ese escaño vacío no sólo provoca a los partidos una pérdida de poder político, sino también económico, traduciéndose en menos subvenciones, sueldos de diputados y muchas otros beneficios que reciben por ley.
Si bien es cierto que un escaño vacío no vota, el efecto beneficioso de éste se consigue antes, en el reparto de escaños.
Evitar mayorías absolutas.
Somos conscientes que la Ley Electoral actual favoerece a los partidos más votados aportándoles más escaños de los que les corresponde por porcentaje de voto y fabricando falsas mayorías.
Por esta misma regla de tres, cuando un partido minoritario, también Escaños en Blanco, consigue representación, lo más probable es que lo deje de alcanzar un mayoritario acercando el reparto de escaños al porcentaje de voto real.
Provocar consensos.
Este efecto se acentúa aún más en cámaras pequeñas, como pueda ser un parlamento autonómico o un ayuntamiento. En este tipo de cámaras, el número de diputados es impar precisamente para evitar el empate en las votaciones, por lo que un solo escaño vacío podría provocar que las decisiones a tomar sean consensuadas con más partidos, luego sean más acordes con la opinión de la mayoría de los ciudadanos.