Nos encontramos en un año plagado de elecciones, algunas de ellas adelantadas por intereses partidistas que, como siempre, están poco centrados en las necesidades del ciudadano. Vivimos tiempos revueltos en los que se han consolidado nuevas iniciativas, y eso es bueno, pero poco cambiará hasta que todas las voces críticas sean integradas en nuestro sistema electoral.
A pesar de los cambios, la ley electoral y los principales partidos siguen negando el derecho constitucional a votar por ninguno de ellos y que ese voto sea contabilizado en igualdad de condiciones al resto. Saben que a partir de ese momento, comicio tras comicio tendrán que responder a sus votantes, que tendrán legitimidad para poner, pero también para quitar a un político que no le representa. Por eso seguimos siendo tan necesario como antes.
Todos los que colaboramos en este proyecto común que se llama Escaños en Blanco sabemos que el esfuerzo realizado es mucho y gracias a él hemos podido presentarnos para dar soporte a más del 30% de los ciudadanos españoles. Quizá, debido al crecimiento experimentado en las pasadas Europeas, los resultados obtenidos no han sido satisfactorios para muchos, pero hemos de recordar que son las primeras municipales y autonómicas a las que nos presentamos en muchos sitios y que somos una herramienta para el ciudadano, por lo que el mero hecho de presentarnos debería ser suficiente independientemente de que aquel decida apoyarnos o no.
Por estas razones, independientemente de los resultados, y hasta que exista un voto en blanco representado en escaños vacíos, Escaños en Blanco es tan necesario elección tras elección, al dar soporte a miles y miles de ciudadanos que son despreciados por nuestra ley electoral.
Por otro lado, es cierto que el ansiado escaño nos daría el impulso necesario para que todos los votantes conocieran nuestra existencia y que así el ciudadano fuera completamente libre de tomar la decisión de apoyar con su voto una o otra opción. Pero los grandes cambios suelen venir despacio y provenientes de pequeños gestos; gestos que estos meses nos han permitido estructurar ciudades como Córdoba o Sevilla, esperanzarnos con Toledo, Galicia o Baleares, crecer en Asturias o Madrid, o salir en medios en los que hace pocos meses ni podríamos soñar.
Desde aquí mi más sincero agradecimiento a todos los que colaboráis de una u otra forma. Gracias por vuestra iniciativa, fuerza y constancia. Os animo a todos a aportar un granito de arena más, bien sea con la difusión, colaborando en la vertebración de vuestro territorio o aportando los conocimientos que podáis tener.
Sin vosotros, nada de esto sería posible.
Solamente soy un modesto militante ,es de agradecer que enmedio de batiburrillo, causado por las ideas de CAMBIO DE SIGLAS, (de las que no soy partidario) salga alguien con comentarios tan halagueños, esperanzadores, y en especial BALSAMICOS de entre muchos ALTERADOS, que no conducen a nada.-
Buenas tardes José María.
La idea por la que todos trabajamos es buena y el éxito de nuestra propuesta lo demuestra la cantidad de sensibilidades políticas y de forma de ser que Escaños en Blanco aglutina. Por eso es normal que muchas veces el ansia de inmeditez pueda llevarnos a algunos a buscar «soluciones rápidas» para implementar el voto en blanco representado en escaños vacíos, e incluso a veces a la bipolaridad tras el resultado de unas elecciones.
Eso no es malo, sólo indica las ganas de encontrar el éxito que muchos de nosotros tenemos.
Tampoco es malo que aparezcan distintas ideas, por muy locas que puedan parecer. No hay que olvidar que suplimos con esfuerzo y creatividad lo que muchos partidos realizan a golpe de talonario, lo que hace cualquier idea, por muy loca que sea, necesaria por lo menos para su planteamiento (aunque luego no se lleve a cabo).
Lo que pretendemos es una mejora de tanto calado es necesario que sobreviva a nuestra presencia en el proyecto. Por eso, hay que trabajar al ritmo que podamos pero con paso firme, para que al menos una perosna más cada día entienda qué busca Escaños en Blanco y qué representa para nuestra democracia. Nos vote o no.