Escaños en Blanco cada día es más grande. La proximidad de las elecciones autonómicas en Galicia y el País Vasco, junto con una eficaz campaña dirigida por el área de organización del partido, ha traído consigo un notable aumento del número de militantes de la formación. Todo este nuevo capital humano hace que tanto afiliados como simpatizante estén cada día más presenten en las vida social de nuestro país, dando credibilidad y fundamento a esta opción política.
Desde el propio partido se afirma que este crecimiento les da fuerza y les impulsa para continuar luchando por un sistema democrático más justo y proporcional. Cada día más ciudadanos consideran Escaños en Blanco como el instrumento que puede canalizar su rechazo por la falta de funcionalidad de un estamento político, claramente privilegiado, envuelto en una retórica vacía y ajeno a las necesidades sociales.
La fuerza de Escaños en Blanco radica en la pasión y entrega de una militancia que trabaja de forma desinteresada para dar voz a aquellos que, por las deficiencias del sistema, no se sienten representados. El voto en blanco y nulo, así como la abstención activa, son por fin, gracias a esta iniciativa, una herramienta útil de presión para que los políticos desarrollen su trabajo de forma ética, respetuosa y coherente.
El partido, mientras tanto, se mantiene fiel a un programa aparentemente sencillo: dar visibilidad al descontento social con la clase política mediante escaños vacíos. Cada puesto que se deja sin ocupar, además de avisar a los políticos del poder de decisión de los votantes sobre su trabajo y desempeño, supone un ahorro en subvenciones, dietas y sueldos con cargo al estado.